jueves, 9 de diciembre de 2010

Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain

Los trayectos en metro de las dos últimas semanas han sido más dulces. Después de terminar Persépolis me apetecía leerme algo infantil que siguiera con el tono de Marjane Satrapi. Encontré en la estantería un ejemplar de Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. En la contraportada tenía una dedicatoria de mi tía; me regaló el libro cuando cumplí nueve años y yo, por lo gordo que era, lo condené a acumular polvo. Luego, cuando me llamaba por teléfono, me preguntaba si me había leído ese y el de Tom Sawyer pero no, nunca los leí, me parecía que tenían unos nombres muy raros y que de ahí no podía salir nada bueno.

La verdad es que es de lo mejor que he leído este año (que tampoco ha sido mucho, la verdad). Me ha recordado a los libros de Los Cinco de Enyd Blyton, que me encantaban porque los niños no paraban de tener aventuras. Por entonces yo era hija única y me aburría como un hongo, y en el ratito de entre las nueve y media y las diez leyendo pensaba que tal vez algún día todo aquello me pasaría a mí...
Ilustración de la primera edición del libro
Sin embargo, me alegro de no haberlo leído con nueve años, porque no habría entendido casi nada. Huck es un crío increíble, con un padre borracho que le pega cuando se ha fundido todo. Acogido por la señorita Watson, solo piensa en escaparse de la encorsetada vida social de su pueblo y vivir en el bosque, fumar en pipa, y andar descalzo sin zapatos que le aprieten. Un día finge su propia muerte y se escapa río abajo, donde se encontrará con Jim, el esclavo negro de la Srta. Watson que huye por miedo a ser vendido a una de las plantaciones del Sur.

Lo que para Huck no deja de ser una aventura en su balsa y con su negro, como él dice, nos permite conocer la realidad de los americanos del norte a mediados del siglo XIX con la esclavitud como telón de fondo. El propio Huck se enfrenta a la moral de la época al ayudar a un esclavo a ser libre. Y es que los personajes de Jim y Huck formarán la columna vertebral de la historia con temas hoy vigentes, ciento veinte años después.
Mark Twain, el autor
Y precisamente ahora que termino de escribir el post veo que el periódico ADN ha dedicado hoy las páginas centrales al lanzamiento del primer tomo de la autobiografía del autor, Mark Twain, todo un referente de la literatura americana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario