miércoles, 15 de febrero de 2012

ocho dioptrías

Lo puedo decir bien alto, orgullosa de ser cada día más miope. Ya tengo ocho dioptrías y las he malgastado, entre otras cosas, perdiendo el tiempo con el ordenador.

:)

Cortos nominados a los Goya 2012: porra


Hace unas semanas disfruté con los Chuscos de todos los cortometrajes nominados a los Goya de este año. Una sesión de cinco horazas, cortesía de Cortogenia en plena Gran Vía de Madrid, en la que pasé por todos los estados de ánimo posibles. 

Los que seguís la gala sabéis de las tres categorías que concursan: ficción, documental y animación, todo producción española, por supuesto. Apuesto por Quién aguanta más, Regreso a Viridiana y Matar a un niño.

  • En animación soy muy simple, lo siento, pero Birdboy me dio muy mal rollo y no me gustó. Esto es como el repollo, o te gusta o no. Técnicamente impecable pero qué mal cuerpo. Igual que Rosa, inmejorable en el plano visual y sonoro, un diez para esta producción. Creo que es la más elaborada (de hecho creo que 20th Century Fox va a producir una peli a raíz del corto), pero si tengo que escoger una opción donde la historia me convenza mi voto es, sin duda, para las acuarelas de Quién aguanta más, dirigido por Gregorio Muro. Lloré como una magdalena (tampoco hacía falta llorar pero ya me quedé a gusto). Mención para Ella, realizado por varios profesores de la Universidad de las Islas Baleares, pero al que le faltaba ritmo, agilidad.

  • En documental me cuesta mucho elegir. Es uno de mis géneros favoritos y realmente todos fueron conmovedores. Alma, con una producción sencilla, es una apuesta por el lado optimista de la vida y se lo recomiendo a cualquier necesitado de psicólogo: cancelará la consulta. Nuevos tiempos cuenta la historia de dos senegaleses, el que quiso vivir en España y el que decide que el mejor lugar para ser feliz es su país. Me quedo con dos, el que creo que se merece el Goya y el que creo que lo ganará. El que más se lo merece es Virgen Negra (Raúl de la Fuente) por su estética, por la forma de contar los abusos sexuales y los malos tratos que reciben las mozambiqueñas y por la maestría con la que relajan la narración haciendo de su montaje un ejemplo a seguir. El que creo que ganará, Regreso a Viridiana, de Pedro González Bermúdez. Los pormenores del clásico de Buñuel contados por una de las becarias del rodaje. Imprescindible.

  • En ficción creo que hay demasiadas caras conocidas, algo que no tiene que ser peyorativo, pero que me estorba a veces. Sin menospreciar al resto, apuesto por Matar a un niño, de José y César Esteban Alenda (¿hermanos?). Diferente y arriesgado. Tiene espíritu de corto, algo que creo que se diluye en el resto.

Por cierto, tirón de orejas para muchos. O no han creado webs o no tienen perfiles en redes sociales o no han sabido posicionarlos y no hay quien los encuentre. Señores, les han nominado a un premio Goya, ¡por qué no lo cuentan! Es tan barato y tan sencillo darse autobombo que si no lo hacemos... En fin, así va el negocio :S

martes, 7 de febrero de 2012

Consejos para comprar una cámara de vídeo

Si piensas comprar una cámara de vídeo doméstica pueden pasar 2 cosas: que vengas de la 8mm/miniDV y te pierdas sin saber dónde meter la cinta o que nunca hayas tenido una cámara. Espero que con estos consejos sea más fácil decidirte a la hora de comprar, porque la oferta es inmensa.


Lo primero que tienes que pensar es el presupuesto que manejas. En España, con una calidad aceptable, las encontrarás a partir de 150 euros. Si las encuentras más baratas, bien por ti, pero piensa que es un artículo que no se compra todos los días y que merece la pena invertir algo de dinero en ella. Yo apostaría por unos 400-600 euros.

En mi opinión, hay tres parámetros básicos a la hora de elegir el modelo: el tamaño del sensor, el soporte de almacenamiento que utiliza la cámara y la calidad de la lente.
  • El sensor es, por decirlo de forma sencilla, la pieza que capta la luz que le llega a la cámara. Cuanto mayor sea el tamaño del sensor, mayor sensibilidad tendrá el aparato. Es decir, podrás captar imágenes en peores situaciones. Así que mejor un sensor de 1/3 que uno de 1/5 (más pequeño).
  • El soporte de almacenamiento puede ser un disco duro alojado en el interior de la cámara (y no extraíble) o una tarjeta de memoria SD como las de las cámaras de fotos. Las cámaras con disco duro son más caras porque suelen incorporar, de media, 120 GB, mientras que la mayoría de las que utilizan una tarjeta SD son más económicas porque esta se vende aparte. Existen algunos modelos híbridos que incluyen memoria interna que se puede ampliar con tarjeta SD. Para mí lo más cómodo es la tarjeta. ¿Por qué? Porque consume menos batería que el disco duro, porque en cualquier momento se puede extraer para introducirla en un lector de tarjetas de cualquier ordenador y volcar los vídeos sin necesidad de llevar el cable USB y porque es menos frágil que un disco duro. Además ahora los precios de las tarjetas son muy bajos. Una de 16 GB cuesta unos 40 euros y equivale a unas 3 horas de grabación en alta definición, en el formato de máxima calidad. Te recomiendo que sean de clase 6 ó 10, ya que tienen una tasa de transferencia más rápida, algo perfecto para la grabación de vídeo.
  • Por último la calidad de la lente es un factor muy importante. De la misma manera que a un Ferrari no le pondrías las ruedas del R5, la lente de una cámara de un nivel medio-alto debería tener una calidad alta. Prestad atención al fabricante de la lente porque muchas veces nos cuelan cualquier cosa, y sobre todo, a la luminosidad del objetivo. Recomiendo que la lente tenga una abertura máxima de 1.8 y, si el bolsillo lo permite, de 1,2. Así, en grabaciones nocturnas o con poca luz (como en interiores) nos aseguraremos una mejor visión y menor ruido (imagen granulada que aparece cuando la luz es escasa).

Después de esto os recomendaría que la grabación fuese en Full HD (resolución de 1080x720). Aún se venden cámaras de calidad estándar, pero tarde o temprano todos tendremos una tele en Full HD, por lo que mejor comprar lo último y verlo con la mejor calidad posible (usando siempre el cable HDMI).

Como sabéis, los visores ópticos por los que controlábamos la grabación han desaparecido (salvo en excepciones como la Canon G10). En la actualidad, estos dispositivos incorporan pantallas que podemos girar hasta 180 grados. Éstas suelen ir desde las 2,7" hasta las 3,5" y las nuevas son táctiles. Esto, que parece muy moderno, a mi juicio es incómodo y poco práctico, ya que ocurre como con los móviles: consumen mucha energía y las baterías nos duran poco. Todavía es posible encontrar modelos con la pantalla tradicional pero tienden a desaparecer.

Los accesorios que se pueden comprar también pueden ser tenidos en cuenta. Normalmente son teleobjetivos, objetivos angulares, cables de conexión como el HDMI (para visualizar la grabación en un televisor o monitor preparado para Full HD), micrófonos externos o kits con funda y batería extra. El accesorio más necesario es una batería adicional, ya que la que viene incorporada con la cámara no suele durar más de una hora y media debido a la pantalla táctil. Por lo tanto, es una compra muy recomendable, pues de nada nos servirá tener una videocámara con 120 GB de grabación si la autonomía de nuestra batería es de sólo una hora y media.

En cuestión de marcas tendría presente a fabricantes como JVC, pionero por ejemplo en cámaras con disco duro y Panasonic, cuyo prestigio en cámaras profesionales aporta un plus en las domésticas. Otras opciones son Sony, que suele incorporar entrada de micrófono en modelos de gama media-alta, o Canon, que incluye en casi todos la doble ranura para tarjeta SD, algo muy cómodo ya que cuando una tarjeta se completa pasa a grabar automáticamente en la segunda.

Pensad en el uso que váis a dar a la cámara. Si no tenéis ni idea de vídeo ni queréis tenerla optad por modelos de gama media con todos los controles automáticos (hasta 400 euros). Pulsad el botón rojo y a grabar. Pero si el tema del vídeo os mola y queréis ir más allá lo mejor es lanzarse a por un modelo con modos manuales en el que podáis controlar el diafragma (cantidad de luz con la que grabamos la toma), ganancia, anillo de enfoque manual, posibilidad de conectar un micro externo... En esta gama alta nos movemos en torno a los 600-1200 euros. Por supuesto, si os decidís por una de estas, sacad partido al software de edición que suele acompañar a estas cámaras.