En pocas películas mueren tres de sus protagonistas antes de que el director termine de montarla. Ya lo he soltado. En Young at Heart tres de sus personajes mueren, pero de verdad.
Young at Heart es un documental de 2008 en el que Stephen Walker nos enseña las andanzas de un grupo de pensionetis que versionan clásicos de The Clash, Sex Pistols o los Rolling. Los hits de su época se quedan cortos para ellos que, ochenteros (o mejor dicho, octogenarios), están de vuelta de todo. El documental es un paseo por el coro y por la vida de estos jubilados que han encontrado en la música algo más que un entretenimiento.
La narración de Young at Heart está genialmente llevada y el humor es uno de sus fuertes. Hay auténticos personajes en cada uno de los componentes, gente común que te sorprende por su genialidad. Y como en las mejores historias los altibajos en sus vidas son los propios plot points de un guión que nunca estuvo escrito.
Dos meses pasó Stephen Walker rodando los ensayos del grupo en Northampton, Estados Unidos, desmenuzando cada una de sus historias e intentando entender por qué llenan teatros con temas como I wanna be sedated, de los Ramones.
Garrotas, botellas de oxígeno y letras impresas en un A3 Arial 24 son los iconos de un documental tan entrañable como hilarante. Os dejo un link al trailer. Highly recommended!
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There are few films where three of the main characters die before finishing them. Ups, I told you. In Young at Heart the characters die, but in the real life.
Young at Heart is a documentary made in 2008 where Stephen Walker show us the adventures of a group of pensioners who version The Clash, Sex Pistols or Rolling´s classics. They don´t have enough with their youth hits (maybe they are too far), so they prefer rock or punk songs... amazing! The documentary covers the choir and the lifes of these retirees who found in the music something else than entertainment.
The story is very well structured and the humor is one of his greatest points. You can find on it authentic characters: common people that surprise you because they are simply genius! As always, the ups and downs in their lifes are the plot points of a script that it was never written.
Stephen Walker, the director of the film, spent two months filming the rehearsals in Northamptom, United States, analyzing them one by one and trying to find out how they sell so many tickets everywhere they go.
Sticks, cylinders and lyrics printed in Arial 24 are the icons of a documentary hilarious and deep at the same time. Here you can find the official trailer. Highly recommended!
