lunes, 7 de noviembre de 2011

Interactividad en videoclips: Keep your head up, de Andy Grammer (S-curve e Interlude, 2010)

¿Recuerdas aquellos libros en los que podías escoger lo que le pasaba al protagonista? "Si quieres que cruce el callejón pasa a la página 48. Si prefieres que vuelva a la estación sigue leyendo en la 125". Pues algo así debió pensar Yoni Bloch, fundador de Interlude, cuando creó una plataforma capaz de dotar de interactividad a los vídeos online y la aplicó al género del videoclip.

El origen 
El israelí puso todo su empeño en patentar esta tecnología que consiguió gran repercusión  gracias a su utilización en "Keep your head up", el primer single del cantante americano Andy Grammer. Lo mejor es que veas su videoclip en la página oficial, aunque es muy probable que te suene puesto que fue lanzado a mediados de 2010.

Lo primero que me convence es la conexión entre el tema de la canción y estructura del vídeo. Básicamente Grammer cuenta la historia de un tipo que, a consecuencia de las decisiones que tomó en el pasado, debe ahora afrontarlas y tirar para adelante. Y esa es la esencia del clip: tú decides lo que le ocurre al protagonista, que en base a tus elecciones pasará por unas situaciones u otras. La interactividad en forma de clic va en consonancia con la letra del single.

Cómo funciona
La ocasión es buena para probar con el juguete de Interlude. El tema es pegadizo, el mensaje es positivo y se trata de un álbum debut, por lo que todas las cartas juegan a favor del cantante. Andy Grammer, un solista salido de Santa Mónica, California, se presenta con un disco ante un público desconocido. El empujón que por sus características le ofrece el videoclip es inmenso. Pongamos por caso que oyes hablar de lo peculiar del vídeo. Entras en su página, clicas en él y una vez tras otra eliges lo que le ocurre al protagonista. Es muy fácil: sobre las imágenes aparecen sobreimpresas dos o tres opciones y tienes diez segundos para escoger una. Por ejemplo, que Andy coincida en el ascensor con un tipo raro al tiempo que se va la luz o que en su lugar sea una atractiva chica la que suba. Hay cientos de combinaciones posibles y si la canción te gusta lo más probable es que repitas y quieras probarlas todas.

La clave: la viralidad
Cuando hayas terminado, puedes compartir tu versión  favorita en redes sociales, enviarla por email o colgar en link donde quieras. Por tanto, las posibilidades de dar a conocer al artista son infinitas y su repercusión también. Gracias a la participación en la historia los fans de MTV lo eligieron el pasado año como ganador del MTV Award en la categoría de "Most Innovative Music Video".

Si nos vamos a un terreno un poco más técnico según datos de Interlude, esta tecnología permite triplicar el ratio de retención del espectador frente a un vídeo tradicional del portal Youtube, y además se consigue que el usuario comparta este contenido ocho veces más. Se puede aplicar a todo tipo de vídeos, pasando por industriales, videobooks o teasers. Pero a pesar de las ventajas que se defienden desde la compañia, un clip de estas características requiere más metraje, y por ende, más presupuesto, únicamente para ser reproducido con estas condiciones en su página web, ya que en plataformas como Youtube de momento no existe compatibilidad y para televisión sigue siendo necesaria la versión tradicional. A pesar de todo, no hay duda de que es un fenómeno que merece ser seguido de cerca ya que su evolución puede revolucionar especialmente las ventas de espacios publicitarios online.

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