miércoles, 20 de abril de 2011

The Lion King, the musical (London)

Esta historia es un poco jevi. En 1994 conocí a una niña, la sobrina de la novia del primo de mi madre. El mismo día en que la conocí me dijeron que su madre se había muerto el día anterior, que ella no lo sabía, y que nos íbamos con ella al cine para que no se enterase de lo que había pasado.
Vimos El Rey León. En la escena de las hienas y en la de la muerte de Mufasa quería vomitar del miedo que me daba, en parte porque no podía dejar de pensar en la niña y porque no quería que mi madre también se muriese. Y no sé cómo pero la peli me gustó. 
Tardé en volver a verla. Le pedí a Los Reyes que me trajeran un VHS y la peli, y mis padres me dijeron que esas cosas no las traían los reyes, así que me regalaron la banda sonora en casette. Así me tiré muchos años, sin vídeo en casa y con la o.b.s. del rey león, que me la tuve que aprender a la fuerza porque no tenía otra cosa.
Años después (ya con DVD) volví a verla, me acordé de aquel día tan raro y redescubrí la joyita de peli. Disney ya no hace peliculas como las de antes y ahora explota sus derechos con los musicales, pero lo hace tan bien...
Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de ver en el Londres The Lion King y la verdad es que no decepciona. La puesta en escena y los recursos con los que se resuelven varias partes de la historia son increíbles. El vestuario, la iluminación y las coreografías nos dejaron ojipláticas durante las más de dos horas de espectáculo, aunque sorprendentemente el sonido cojeaba durante más de la mitad de la obra. La orquestaba sonaba con poca intensidad; no sé si sería un problema de acústica (supongo que al tratarse de un teatro tan antiguo como el Lyceum no debería serlo) pero lo cierto es que en la parte en la que Simba es un cachorro faltaba un poco de chispa. 
No ocurría así con el escenario y las luces. ¡Qué pasada! Me encantaría saber más sobre teatro para conseguir efectos tan increíbles en vídeo. Con recursos muy sencillos las escenas que recordabas de la película se formaban delante de tus ojos a partir de elementos muy simples. Telas, sombras y colores y tenías delante la elipsis del Simba niño al adulto. Y así todo. 
En verdad los números que más entusiasman son los que proceden de la película. Los nuevos no son malos, pero no hay nada como reconocer un tema original. Y si tuviera que escoger algún personaje, sin duda me quedo con las interpretaciones de Brown Lindiwe Mkhize (Rafiki) y de Stephen Matthews (Zazú), que sobresalen por encima de las de los protagonistas. 
Si tenéis oportunidad no dejéis de ir a verlo. Para abrir boca os dejo dos vídeos, el de la home del musical de Londres y otro en el que varios creativos explican cómo conciben la puesta en escena y los decorados. Altamente recomendable.

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