lunes, 4 de octubre de 2010

Rebuscando en "El Telediario"

Desde que con el desarrollo de la TDT empezamos a ver más canales de televisión los recién llegados demuestran tener menos medios; los vemos "raros" frente a las grandes cadenas nacionales. Los platós son más sencillos, a veces parecen desnudos, las cabeceras están poco trabajadas... Es lógico; no se deriva tanto presupuesto a la puesta en escena y los anunciantes aun no están asentados. Todo esto es comprensible, pero hay algunos aspectos que chirrían...

Esta noche he estado viendo un programa de Intereconomía, "El Telediario", que no es el "parte" de toda la vida, porque combina pinceladas de información con opinión. Y me ha costado seguirlo porque cada dos por tres había algo que me molestaba.

Para empezar, creo que desde la realización se abusa de los dúplex. Un dúplex es un elemento gráfico que divide la pantalla en dos o más zonas (como una pantalla partida). Normalmente tienen dos "huecos": en el de la izquierda el mezclador inserta la imagen procedente de una cámara y en el de la derecha el de otra. Funciona como un nexo que conecta dos escenarios distintos, por ejemplo, el plató donde el presentador lee las noticias y el directo de un redactor que se ha desplazado al lugar de la noticia. Mientras el presentador da paso al directo vemos a ambos en pantalla. Luego se pasa al redactor a pantalla completa y todo "entra mejor". 

En "El Telediario" de Intereconomía los dúplex también se utilizan para ver al mismo tiempo a dos colaboradores que están en el mismo plató. Muchos programas del corazón hacen lo mismo cuando hay enfrentamientos entre sus invitados. Pero aquí molesta porque se usa para ver a un colaborador hablando a cámara (parece el confesionario de Gran Hermano) mientras que el de al lado también está en el dúplex pero callado, porque en esa sección no hay tertualia, solo dan su opinión a cámara... No lo entiendo, no está justificado. En otros casos vemos hasta tres pantallas en el mismo dúplex... una cosa es querer dar dinamismo y otra marear.

Para separar partes del programa se dan noticias en bloque, al estilo de los breves, locutadas y con las imágenes insertadas dentro de una animación. Pero los titulares que las acompañan los escriben con mayúsculas. ¡Con mayúsculas! ¿Estamos en el messenger o dando información?

Otra cosa que no me convence es el tamaño de la mosca con el nombre del programa. Creo que quedaría mucho mejor que el logo apareciera de vez en cuando junto con el rótulo que abre una sección o con los rótulos de total. Si la emisión en 16:9 ya queda reducida, en una tele de 4:3 tapa demasiado. Además a veces se les olvida quitar la mosca del toro cuando se van a publi.

Por otro lado, algunos colaboradores provienen de la radio o de la prensa y se les nota la falta de bagaje en tele. Se atascan cuando tienen que hablar a cámara, se enrollan demasiado... falta ritmo. 

Por último, mientras en el plató se emite la señal en 16:9, cuando se conecta con un exterior la imagen está en 4:3 y con una calidad inferior a la normal. Incluso en los de esta noche, creo que en el de Berlín, aparecía un rótulo con la palabra "streaming". No entiendo muy bien esto, supongo que en lugar de conectar con satélite lo hacen a través de internet, pero no tengo ni idea. Se ve chusco.

Pero bueno, no voy a criticar todo. Hay que reconocer que se han currado el plató (de la cadena, uno de los mejor diseñados junto con el de El gato al agua) y que muchos de los contenidos son muy explicativos. Los presentadores se apoyan en plasmas para desarrollar sus explicaciones, a veces muestran pequeños powerpoints para enumerar lo que explican, aportan biografías y hacen muchas comparaciones. Se nota que este programa está dirigido a un público más maduro al que le hacen falta más aclaraciones. Supongo que para ellos el ritmo será el adecuado, aunque para gente más joven, que llevamos la tele en vena, se hace más difícil de digerir.

El fin de este post no es la crítica barata, sino el análisis de la puesta en escena y la realización de un programa. Que nadie se sienta ofendido.