jueves, 19 de junio de 2014

Imágenes de la Coronación de Felipe VI. Madrid, 19 de junio de 2014

Quería comprobar cómo reaccionaba Madrid ante la coronación de un Rey y los preparativos del Ayuntamiento para una ocasión especial. ¿De verdad se pondría Madrid guapa? ¿Saldría la gente a la calle?

Como antecedente, viví la boda del príncipe William y Kate Middleton en Londres y las comparaciones son odiosas. No soy monárquica pero entiendo que una coronación es un momento histórico inigualable. Recuerdo la celebración de la boda de los Príncipes de Asturias y aquellos maceteros con flores enormes colgando de las farolas. Ni rastro. Austeridad máxima.


Salvo los metros y metros de tela de bandera, nada ha cambiado en la ciudad. Ni en el paisajismo de los jardines, ni en los detalles de las calles, ni en el número de personas en las aceras.

A las 10.20 de la mañana, el Paseo del Prado a la altura de CosmoCaixa estaba vacío. La mayor aglomeración encontré en los 50 metros que separaban las vallas de la Carrera de los Jerónimos de la fuente de Neptuno.

Los aledaños, tranquilos. En las imágenes de los periódicos podéis ver que hay hileras en la Gran Vía, pero en ningún caso son calles abarrotadas. Pensaba en cualquier manifestación y me daba la risa. La Plaza de Oriente sí se ha llenado pero... ¿dos millones de personas? Si hoy en Madrid había dos millones de personas en el recorrido de la coronación, podemos multiplicar por siete cuando contemos personas en una mani.

La nota de color la ha puesto la Guardia Real, impresionante. Y me ha sorprendido ver a bastantes mujeres montadas. Mientras no aparezca un perfil adecuado para Presidente de la República, nos queda Felipe para rato.

viernes, 6 de junio de 2014

Los brutos de Maracena

Ahora que lo escribo veo que Los brutos de Maracena sería un título estupendo para una obra de teatro, pero lo de hoy es otra historia.

En la primavera de 2011 tenía una carpeta en la estantería de mi habitación en Londres sólo para proyectos. Empecé el guión de un documental del que sólo he hablado con una persona y por otro lado decidí que grabaría un pequeño retrazo de mis cuatro abuelos para guardarlo como material familiar.

Luego regresé a Madrid y empalmé contratos de trabajo que me absorbían todos los días de la semana. Y ahora trabajo sólo de lunes a viernes pero con un horario horrible que me ha consumido la neurona y media que me quedaba. Excusas. Ni he grabado el documental ni a mis abuelos.

Y esas son las espinas que se te quedan para siempre. En octubre del año pasado, cuando mi abuelo empezó a estar torpe, empecé la primera grabación. Estuvimos en su casa haciendo jabón casero y les grabé también mientras mi abuela hacía torrijas. Se notaba que algo fallaba y desde ese mes fue un no parar. No hubo más vídeos.

En marzo de este año empecé a hacer backup de fotos y vídeos, pero faltaba una carpeta, "brutos maracena" (maracena es su calle). Después de un mes dándola por perdida, la encontré. La había guardado tan bien que ni me acordaba de dónde la había puesto. Marzo fue también el mes en el que nos dijeron que mi abuelo estaba sentenciado.

Los brutos de Maracena contienen varias horas de grabación de esas que no sabes cuándo podrás abrir ni a montar. La moraleja es que nunca dejes algo sin hacer.

*Pachasco es una de las expresiones que más decía. No dejéis de decirla