lunes, 21 de noviembre de 2011

El catálogo del SLK es un vídeo interactivo

El lanzamiento del último deportivo de Mercedes viene acompañado por una de las formas de publicidad online más efectivas, la interactiva. El gigante automovilístico se suma así al carro de las campañas en las que el usuario participa.

Internet, clave para los anunciantes
Mercedes Benz sabe que el lugar donde se reparten las cartas de la publicidad es Internet. Por eso ha encargado a la agencia alemana Scholz & Volkmer la realización de un spot con el que, sencillamente, te sientes a conducir el nuevo SLK sin salir de casa. 

El objetivo está claro: antes de que te acerques al concesionario vas a haber probado el coche y lo vas a hacer a golpe de ratón. Dejando atrás los obsoletos simuladores que se empleaban en las webs de automóviles o las vistas de 360 grados pasamos a una nueva forma de hacer sentir al cliente las sensaciones que experimentará al conducir.

El producto, un coche. El estilo, la road movie
Siguiendo la estética de la road movie serás el protagonista de Speed Date (Cita con la velocidad), una historia en la que la actriz y modelo Ksenia Lauren te recoge en mitad del desierto después de que tu coche te haya dejado tirado.

El spot no es Easy Rider, pero merece la pena verlo. Como puedes comprobar desde el primer corte el target de esta campaña es sin lugar a dudas masculino. Si eres una mujer quizá te sientas menos atraída por el vídeo, pero eso no impide que le echemos un vistazo, ya que no deja de ser interesante.

La customización, un rasgo diferenciador
Más allá de que el clip te permita participar en la historia, lo que le caracteriza es la capacidad de hacerlo tuyo. Una vez decides subirte al coche vas a poder escoger entre ser un personaje cualquiera, en este caso Owen Rider, o ser tú mismo. 

Aquí entra en juego lo especial del vídeo. Para personalizarlo puedes conectar con tu perfil de Facebook o crearlo desde cero. ¿Cómo? Sube una foto de 200x200 o hazte una con la webcam. El efecto del retrovisor y del carnet de conducir están muy conseguidos. De esta forma te introduces en la historia. La vives en primera persona gracias a planos subjetivos y además apareces en ella.

El catálogo en vivo
Mientras eres el copiloto de Ksenia surge la posibilidad de conocer las características del coche (el techo panorámico, la conexión a Internet o la potencia del motor), aunque siempre puedes continuar sin interrumpir la reproducción. 

Tú escoges, por ejemplo, la música que suena en el coche o si quieres que saque la capota. Puedes pausar el vídeo o volver a capítulos anteriores. Aquí puntualizaría que el paso de una parte del vídeo a otra se hace con poca fluidez. Recuerda a los abruptos cortes de Easy Rider, aunque aquí no parece que la intencionalidad sea estética.

Además creo que sobra algo de diálogo y me faltan sensaciones. BMW lo bordó con aquella campaña tan simple, ¿Te gusta conducir? y creo que darle un poco más de fisicidad y hacer que tu personaje la sintiera habría sido muy sencillo -el simple detalle de un brazo con el vello de punta lo consigue.

De todos modos la apuesta es acertada. De nuevo la capacidad de difusión es mucho mayor que en los medios tradiciones y más barata, pues la emisión de un spot de esta longitud sería impagable en televisión. Además la campaña ha sido reconocida con el Red Dot for Quality in Design y fue finalista en los Cresta Awards, entre otros.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Interactividad en videoclips: Keep your head up, de Andy Grammer (S-curve e Interlude, 2010)

¿Recuerdas aquellos libros en los que podías escoger lo que le pasaba al protagonista? "Si quieres que cruce el callejón pasa a la página 48. Si prefieres que vuelva a la estación sigue leyendo en la 125". Pues algo así debió pensar Yoni Bloch, fundador de Interlude, cuando creó una plataforma capaz de dotar de interactividad a los vídeos online y la aplicó al género del videoclip.

El origen 
El israelí puso todo su empeño en patentar esta tecnología que consiguió gran repercusión  gracias a su utilización en "Keep your head up", el primer single del cantante americano Andy Grammer. Lo mejor es que veas su videoclip en la página oficial, aunque es muy probable que te suene puesto que fue lanzado a mediados de 2010.

Lo primero que me convence es la conexión entre el tema de la canción y estructura del vídeo. Básicamente Grammer cuenta la historia de un tipo que, a consecuencia de las decisiones que tomó en el pasado, debe ahora afrontarlas y tirar para adelante. Y esa es la esencia del clip: tú decides lo que le ocurre al protagonista, que en base a tus elecciones pasará por unas situaciones u otras. La interactividad en forma de clic va en consonancia con la letra del single.

Cómo funciona
La ocasión es buena para probar con el juguete de Interlude. El tema es pegadizo, el mensaje es positivo y se trata de un álbum debut, por lo que todas las cartas juegan a favor del cantante. Andy Grammer, un solista salido de Santa Mónica, California, se presenta con un disco ante un público desconocido. El empujón que por sus características le ofrece el videoclip es inmenso. Pongamos por caso que oyes hablar de lo peculiar del vídeo. Entras en su página, clicas en él y una vez tras otra eliges lo que le ocurre al protagonista. Es muy fácil: sobre las imágenes aparecen sobreimpresas dos o tres opciones y tienes diez segundos para escoger una. Por ejemplo, que Andy coincida en el ascensor con un tipo raro al tiempo que se va la luz o que en su lugar sea una atractiva chica la que suba. Hay cientos de combinaciones posibles y si la canción te gusta lo más probable es que repitas y quieras probarlas todas.

La clave: la viralidad
Cuando hayas terminado, puedes compartir tu versión  favorita en redes sociales, enviarla por email o colgar en link donde quieras. Por tanto, las posibilidades de dar a conocer al artista son infinitas y su repercusión también. Gracias a la participación en la historia los fans de MTV lo eligieron el pasado año como ganador del MTV Award en la categoría de "Most Innovative Music Video".

Si nos vamos a un terreno un poco más técnico según datos de Interlude, esta tecnología permite triplicar el ratio de retención del espectador frente a un vídeo tradicional del portal Youtube, y además se consigue que el usuario comparta este contenido ocho veces más. Se puede aplicar a todo tipo de vídeos, pasando por industriales, videobooks o teasers. Pero a pesar de las ventajas que se defienden desde la compañia, un clip de estas características requiere más metraje, y por ende, más presupuesto, únicamente para ser reproducido con estas condiciones en su página web, ya que en plataformas como Youtube de momento no existe compatibilidad y para televisión sigue siendo necesaria la versión tradicional. A pesar de todo, no hay duda de que es un fenómeno que merece ser seguido de cerca ya que su evolución puede revolucionar especialmente las ventas de espacios publicitarios online.